Durante dos semanas, Tina sana sus heridas con los remedios de Catalina, Bilma cocina con empeño sus mejores platos, los pequeños retardan la hora de la cena para jugar con la nueva inquilina y Edgar Alfredo interviene, con gusto, en las conversaciones femeninas de la sobremesa.
Sin embargo, la tertulia de esta noche la prolonga la noticia de Tina, que ha decidido reconducir su vida. Bilma intenta disuadir su propósito, Edgar Alfredo le aconseja más tiempo, pero ella destruye estas persuasiones tan sanas. Argumenta que recurrirá a la ayuda que prestan las casas de acogida para mujeres víctimas del maltrato.
Allí, Tina aprende a derribar el miedo, a confiar en su valía, a aumentar su autoestima, a recobrar ánimos, a mantener ilusiones, a premiar sus actos, a cuidar su aspecto... A menudo, la rutina de este escenario la altera la grata visita de su amiga Bilma, que recorre kilómetros de paisajes para vigilar la recuperación de Tina y para recordarle dónde tiene un hogar y una familia.
Desde esta terminal Tina logra emprender su propio vuelo y le devuelve a su vida instantes de felicidad lamentablemente robados. CONTINUARÁ
Sigo interesado tu relato que parece ser a tomado un impasse por la quietud de este V capítulo. Siento que estallará en cualquier momento.
ResponderEliminarSolo se me ocurre: Adelante por los sueños que aún nos quedan, adelante por aquellos que están por venir...
ResponderEliminarUn abrazo grande
Hola querida Mary:
ResponderEliminarme alegro que tu blog ya esté bien y poder seguirlo.
Me encanta el rumbo que está tomando la historia, y es que la violencia de género se puede enfocar desde tantos puntos de vista diferentes... todos loables, espero ver como termina la historia y si Tina sale adelante o no.
Un beso,espero impaciente el final del relato.
muchas gracias por todo.
Un capítulo como de antesala, es la sensación que me dejó, un tanto para describir el proceso de la fragilidad a la seguridad o fuerza psicológica de Tina.
ResponderEliminarTambién se destaca la relación e importancia de los amigos.
¡Un abrazo, Mary, encntado de retomar tu hermoso blog!