Durante dos semanas, Tina sana sus heridas con los remedios de Catalina, Bilma cocina con empeño sus mejores platos, los pequeños retardan la hora de la cena para jugar con la nueva inquilina y Edgar Alfredo interviene, con gusto, en las conversaciones femeninas de la sobremesa.
Sin embargo, la tertulia de esta noche la prolonga la noticia de Tina, que ha decidido reconducir su vida. Bilma intenta disuadir su propósito, Edgar Alfredo le aconseja más tiempo, pero ella destruye estas persuasiones tan sanas. Argumenta que recurrirá a la ayuda que prestan las casas de acogida para mujeres víctimas del maltrato.
Allí, Tina aprende a derribar el miedo, a confiar en su valía, a aumentar su autoestima, a recobrar ánimos, a mantener ilusiones, a premiar sus actos, a cuidar su aspecto... A menudo, la rutina de este escenario la altera la grata visita de su amiga Bilma, que recorre kilómetros de paisajes para vigilar la recuperación de Tina y para recordarle dónde tiene un hogar y una familia.
Desde esta terminal Tina logra emprender su propio vuelo y le devuelve a su vida instantes de felicidad lamentablemente robados. CONTINUARÁ