jueves, 21 de enero de 2010
"ABATIDOS EN UNA TARDE SOMBRÍA"
Una tarde más, Marcos aguarda la llegada de Coraima. Apoyado en el muro del viejo molino, que despide al pueblo, hace vibrar las llaves en su bolsillo y de forma involuntaria su pierna derecha acompaña al tintineo metálico. Observa el cielo cargado de nubes grises que pintan la tarde fea. Pronto escucha pasos alocados que desvelan la cercanía de varias personas, pero al instante descubre, por la tremolina de voces, que son las dos primas: Coraima y Úrsula. Mientras llegan, contempla jubiloso el caminar de piel morena que viene luciendo Coraima. Su melena oscura se mece en el viento y sus ojos devuelven a la tarde la belleza, que las nubes robaron sin contemplaciones.
Marcos y su amada se saludan con un tímido beso que apenas roza los labios y la prima, una vez más, es cómplice de aquella aventura que infringe la ley gitana.
Sin embargo, hoy Coraima se muestra alicaída y Úrsula le apremia para que le cuente al payo cuál es su desdicha.
- Es mejor que no os veáis durante un tiempo – dispara en caló la prima.
Entonces él, toma la mano de Coraima para buscar explicación a esas palabras que duelen.. Ella le mira a los ojos. Él pregunta sí eso es cierto.
- Mi primo, su hermano – tartamudea Coraima mientras que señala a Úrsula – sospecha de nuestros encuentros y amenaza con descubrírselos a mi padre.
- ¿Su hermano Abrahán? – pregunta atónito el muchacho y Coraima afirma con el parpadeo de sus ojos – pero si... cuando iba al colegio parecía...
- No te equivoques primo – le interrumpe Úrsula – él quiere que Coraima sea suya. –Vayámonos negrita, nos echarán de menos en el barrio.
Coraima solloza y abraza al muchacho que enmudeció de aflicción. Entre susurros se prometen que siempre estarán juntos y como dos vasallos aceptan no verse durante un tiempo. Separan sus cuerpos, desenlazan sus manos y sus miradas permanecen clavadas en el otro, hasta que la distancia también se interpone. Y la tarde vuelve a dibujarse fea.
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No puedo evitar pensar, no puedo evitar preguntarme... si cumplirán su promesa... Espero María que, aunque solo sea en tu cabeza, así sea. Y el final de esta historia, aún sin nunca llegar a conocerlo, sea tiernamente feliz.
ResponderEliminarUn abrazo, feliz
Hola guapa,me encantan tus relatos y espero que sigas escribiendo por mucho tiempo porque cada vez que entro a tu blog me quedo con ganas de leer más...
ResponderEliminarUn besote enorme
TUS GRANDES RELATOS SE ME HACEN CORTOS.ERES UNA GRAN TRANSMISORA DE TUS HISTORIAS.NO SOLO ES LEERLAS; SI NO A LA VEZ, IMAGINARTE TODO EL ESCENARIO. "ARTISTA" MENUDO "DON"TE DESEO CON TODO MI CORAZON SUERTE EESTA PARCELA, Y EN TU VIDA. TE LO MERECES,ESPERO COMPRAR PRONTO TU (GRAN TALENTO)UN BESO ,MAR.
ResponderEliminarDARLE LAS GRACIAS A TU HERMANA POR HABERME HECHO PARTICIPE DE ESTOS, "TUS RELATOS".GRACIAS NAVE.
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