sábado, 29 de mayo de 2010

"VUELO LIBRE"

"CAPÍTULO III"
Una suave caricia agita su descuidado peinado y una voz susurra el préstamo de ayuda. Tina se plantea quién le puede regalar esa caricia, si salvo a él no tiene a nadie. A nadie le importa. En su abatimiento imagina, por segundos, a un ángel que le salve de las penurias que le ha tocado, que le han obligado a vivir. Pero destierra esa ilusión, tan idílica como su amor. Alza su mirada, de destellos verde oliva y descubre a Bilma. Su ángel de piel oscura.
Ambas se reconocen y deslizan una sonrisa, pero la de Tina con premura se desbarata. Su mente traicionera, recapitula el desenlace que sufrió cuando conoció a Bilma.

Era invierno. La lluvia que caía a cántaros y el frío aguzante de aquella tarde, tenían desierta la calle. Bilma, acababa de trasladarse con su familia al periférico barrio donde habitaba Tina. La recién llegada, necesitaba tres cucharadas de azúcar para endulzar la leche caliente, que templaría el frío y el cansancio de sus hijos. Entonces, se echó a la calle y al azar tocó el timbre de Tina. Era lo que haría en su país de origen, pensaba. ¡Su país de origen! ¡Cuánto lamentaba su forzoso abandono y cuánto añoraba un regreso cercano! En breve, desatendió a sus arraigados sentimientos cuando una mujer de aspecto sencillo le invitaba a pasar al recibidor. Bilma titubeaba en su presentación y en la disculpa de posibles molestias. Sin embargo, su nerviosismo se apaciguó de inmediato, por la caridad de Tina.
Aquella tarde Bilma se retiró muy agradecida. Sin embargo, Tina maldijo mil veces aquel momentáneo encuentro. Como represalia su marido le castigó a golpes, que le empotraron en cama durante dos dolorosos días.
A los pocos días, ambas coincidieron en la calle pero con silencio se ignoraron. Los oídos de Bilma habían sido testigos de la brutal paliza y eludió hasta la mirada suspicaz con la que Tina le renegó.
Ésta fue la última vez que las dos mujeres se vieron, Bilma y su familia se mudaron a una casa más céntrica y asequible del pequeño pueblo. CONTINUARÁ

2 comentarios:

  1. Hola Mary!

    Muchísimas gracias por tus comentarios, yo tambien te sigo siempre; al final he podido dar con esta entrada, pero la última sigo sin encontrarla, me sale solo el título del blog, espero poder solucionarlo para seguirte.

    A mí me gusta mucho el toque que le has dado al relato, reflejando perfectamente el miedo que sufren las mujeres maltratadas,como se trata de una mujer humilde, creo que le has dado el enfoque perfecto. TE FELICITO

    Espero que se solucione lo de la entrada para poder leerla.

    Un sincero abrazo. Beatriz

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  2. Mary,

    Desde la foto de la entrada me capturó tu blog (está genial el concepto). Me sorprendió, en cuanto a tu relato, la violencia que ahí se manifiesta me hizo pensar en las cuestiones de equidad de género, en la bestialidad humana y en el interés que despierta en mí (a manera de ola) Vuelo libre.
    Besos!

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