En la escalera de la vida
no todos son matices blancos
ni negros.
Es la fusión de sus tonos
la que aporta estabilidad,
armonía y tenacidad.
Los primeros pasos son titubeantes
pero apuestan en equilibrio
con tierna viveza.
Los últimos, que asientan costosos,
llegaron con la experiencia del camino,
y a pesar de los tropiezos
tuvieron recompensa.
Ya estás en el último,
casi a un paso del cielo,
pero no temas.
Aquí solo hay un regalo,
un paisaje casi eterno
de la sierra de este pueblo.
Me ha gustado que conviertas este vinilo con tus lectores. Es muy agradable leer esta creación cuando asciendes a la segunda planta.... un beso y sigue así..
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